Les comparto un texto que me solicitaron el día de la entrevista de admisión para una especiacización que pienso estudiar y en la que fueron insistentes en el hecho de no tener experiencia laboral. ¿Y entonces? Experiencia para trabajar, experiencia para estudiar. Cuánto daría yo porque mejor me preguntaran por la experiencia que tengo elaborando hojas de vida o presentando entrevistas... En eso sí que llevo tiempo ejerciendo. Ahí les va.
Llevo poco menos de tres meses estrenando título profesional y ahora quiero realizar una especialización, es decir, seguir estudiando. Para muchos podrá parecer extraño, para otros no; pero lo cierto es que para mí, esto y todo lo que vendrá, hace parte de un plan de vida o de desarrollo, como se le reconoce, el cual deseo continuar en la medida de lo posible.
Y como hasta el momento el estudio ha sido posible, seguiré por el camino de la educación para estar preparado y enfrentar un mundo o mercado laboral, en el que la experiencia académica, además de la laboral, cuenta mucho a la hora de aspirar a un empleo digno y bien remunerado.
Por lo anterior y porque el estudio debe ser una medicina permanente del ser humano, consideré la posibilidad de seguir estructurando mi ser profesional, (luego de un periodo de cinco años de formación integral) y especializarme en Gerencia de la Comunicación Organizacional en la Universidad Pontificia Bolivariana.
Siempre he afirmado que tengo habilidades y destrezas para liderar. Primero en el deporte, luego en la carrera y ahora como profesional, quiero ser líder de la comunicación para desarrollar planes, estrategias y proyectos; todos encaminados a mejorar las condiciones y políticas del trabajo de una organización.
Es un hecho, las empresas están valorando y reconociendo la importancia de una comunicación eficaz que aterriza ideas y luego enaltece proyectos, que canaliza información y luego logra reconocimientos, que dimensiona entornos y luego proyecta dinamismo, orden y credibilidad.
No me atrevería a decir que tengo muy claro mi futuro, hoy nadie sabe lo que va a pasar mañana, pero en medio de la encrucijada que nos presenta la vida, sí quisiera por lo menos hacerle caso a la razón y jugármela por la vía del estudio. Mis aliados son la creatividad, la responsabilidad, el servicio y las ganas de ser un buen profesional de la comunicación.
Y como hasta el momento el estudio ha sido posible, seguiré por el camino de la educación para estar preparado y enfrentar un mundo o mercado laboral, en el que la experiencia académica, además de la laboral, cuenta mucho a la hora de aspirar a un empleo digno y bien remunerado.
Por lo anterior y porque el estudio debe ser una medicina permanente del ser humano, consideré la posibilidad de seguir estructurando mi ser profesional, (luego de un periodo de cinco años de formación integral) y especializarme en Gerencia de la Comunicación Organizacional en la Universidad Pontificia Bolivariana.
Siempre he afirmado que tengo habilidades y destrezas para liderar. Primero en el deporte, luego en la carrera y ahora como profesional, quiero ser líder de la comunicación para desarrollar planes, estrategias y proyectos; todos encaminados a mejorar las condiciones y políticas del trabajo de una organización.
Es un hecho, las empresas están valorando y reconociendo la importancia de una comunicación eficaz que aterriza ideas y luego enaltece proyectos, que canaliza información y luego logra reconocimientos, que dimensiona entornos y luego proyecta dinamismo, orden y credibilidad.
No me atrevería a decir que tengo muy claro mi futuro, hoy nadie sabe lo que va a pasar mañana, pero en medio de la encrucijada que nos presenta la vida, sí quisiera por lo menos hacerle caso a la razón y jugármela por la vía del estudio. Mis aliados son la creatividad, la responsabilidad, el servicio y las ganas de ser un buen profesional de la comunicación.
